Melchor Rodríguez García inició la investigación, recopilación y coordinación de la obra de Tárrega hace más de treinta años. Durante ese tiempo viajó reconstruyendo el mismo camino que en su época recorrió Tárrega. Su ilusión, energía, constancia y por que no, gran suerte hicieron que tuviese el privilegio de poder recuperar toda la obra del maestro en manuscritos originales compuestos, copiados y firmados por el mismo Tárrega, con más de un millar de páginas. A lo largo de esa búsqueda tuvo la oportunidad de conocer a discípulos y amigos de Tárrega de forma personal o a través de sus familiares, obteniendo una información de gran relevancia: por un lado, conocer muchos aspectos de la vida personal de Tárrega y por otro, quizás el más interesante, comprobar de forma directa como enseñaba el maestro a interpretar su música a sus discípulos.

La obra original para guitarra de Tárrega abarca toda clase de ejercicios de mecanismos, un centenar de estudios entre los didácticos y los técnicos, unos cuarenta preludios y alrededor de 35 piezas de concierto. Su producción de arreglos y transcripciones sobrepasa más de doscientos títulos  de diferentes autores y estilos. Cabe mencionar que de toda su producción, Tárrega sólo publicó veintinueve títulos entre originales y transcripciones.

Nadie puede publicar íntegramente todos los trabajos de Tárrega. El motivo es muy simple, en aquella época ceder una partitura, aunque fuese el original, era tan normal como impartir clases de guitarra sin percibir honorario alguno. Tárrega practicó estas dos costumbres con total naturalidad. Así pues, conociendo este ambiente podremos hacernos una idea de las copias que el maestro dejó y nunca le devolvieron, sin darle la menor importancia a tal acto. Este es el motivo por el cual Melchor sigue encontrando en la actualidad trabajos de Tárrega.
 
Entre las personas a las que Melchor agradece la ayuda que le han prestado para hacer realidad la creación de esta edición están: Emilio Pujol (alumno de Tárrega), Salvador García (recibió consejos del maestro en muchos de sus viajes por la región levantina), Mercedes Aguinaga, García de Vargas, familias de Josefina Robledo, Pepita Roca y Daniel Fortea (alumnos de Tárrega), Carmen Correcher, Josefina Cruzado, José Espert y Andrés Segovia quien revisó todos los manuscritos.